sábado, 28 de noviembre de 2015

UNA MIRADA A LA INSTITUCIONALIDAD DE GÉNERO EN LA CIUDAD DE CARTAGENA Y EL DEPARTAMENTO DE BOLÍVAR



DOCUMENTO DE ANÁLISIS
Por:
Consuelo Arnaíz Pedrosa (QEPD)
Rubiela Valderrama Hoyos

Este documento se construyó por sugerencia de la compañera Consuelo Arnaiz Pedrosa, a quien agradecemos su permanente disposición, apoyo y amor a la causa de las mujeres de Cartagena y Bolívar. Consuelo Arnaíz, no está  físicamente con nosotras, pero su pensamiento siempre nos acompañará, por eso le dedicamos esta publicación.

Cartagena de indias, 25 de Noviembre de 2015 .









ÍNDICE

Ø  La Mesa del Movimiento Social

Ø  Las Autoras
Ø  Introducción

I. LA IMPORTANCIA DE LA INSTITUCIONALIDAD DE GÉNERO Y SUS MECANISMOS.
- Consuelo Arnaíz Pedroza (QEPD)


II. REFLEXIONES, PROPUESTAS Y SUGERENCIAS DE LA MESA DEL MOVIMIENTO SOCIAL DE MUJERES PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LOS MECANISMOS DE GÉNERO EN LA CIUDAD DE CARTAGENA.
-Rubiela Valderrama Hoyos




  La Mesa del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar
La Mesa del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar es un espacio en el que confluyen diversas organizaciones sociales, redes y mujeres independientes que en febrero del año 2007 se unen con el propósito de articular conocimientos, experiencias y saberes en torno a la defensa de los derechos humanos de las mujeres y visibilizar apuestas políticas en espacios de decisión a nivel distrital y departamental.

Actualmente hacen parte de Mesa del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar las siguientes organizaciones:
      Alianza Regional de Mujeres y Calidad de vida.
      Asociación de Mujeres Integradas de las Gaviotas-AMIGA.
      APRODIC
      Asociación de Mujeres Graciela Chaine.
      Asociación Santa Rita para la Educación y la Promoción - FUNSAREP.
      CEMCI
      Colectivo de Abogadas Elenita González.
      Comité Local de Mujeres Afrodescendientes.
      Red de Empoderamiento de  Mujeres de Cartagena y Bolívar
      Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad - LIMPAL Colombia. Mesa Local DESC
      Mesa de Mujeres Populares de Cartagena y Bolívar- Por otro mundo posible.
      Colectivo de Mujeres Restituyendo Derechos
      Red de Mujeres Montes de María
      Ruta pacifica de Mujeres de Bolívar.
      Suchia
      Mujeres del Congreso de los Pueblos
      Asomacobol




Ø  Las Autoras:
. Consuelo Arnaíz Pedrosa; (QEPD) (19xx – 2015), Feminista, Teóloga, Magíster en Estudios de Género, Coordinadora del Area Mujer y Desarrollo.  Educadora popular, Fundadora de la Asociación Santa Rita para Educación y la Promoción – FUNSAREP e integrante de la Mesa del Movimiento Social de Mujeres.


. Rubiela Valderrama Hoyos; Feminista, Trabajadora Social, Magíster en Estudios de Género, área Mujer y Desarrollo, Socia fundadora de la Red de Empoderamiento de Mujeres de Cartagena y Bolívar, integrante de la Mesa del Movimiento Social de Mujeres.

INTRODUCCIÓN


Rubiela Valderrama Hoyos


La institucionalidad de género en la ciudad de Cartagena y el departamento de Bolívar, ha sido una preocupación constante del Movimiento de Mujeres. En el año 1992 se produce “la primera incidencia directa en el gobierno distrital, logrando más tarde,  la aprobación del acuerdo número 38 de noviembre 29 de 1994, para la creación de la oficina de la mujer”[1]. A partir de este momento las organizaciones de mujeres se fortalecen para trabajar con más certeza la exigibilidad de derechos, la construcción de la política pública de mujeres y sus instancias rectoras.

La primera década del siglo XXI, transcurre sin mayores logros institucionales para las mujeres de Cartagena y Bolívar, pues a los gobiernos de turno no les alcanza la voluntad política para entender la importancia de los derechos humanos de las mujeres, a pesar del contexto favorable que en esta materia venía ocurriendo a nivel internacional con las convenciones y resoluciones de la ONU y de alguna manera a nivel nacional con la formulación de las políticas nacionales de mujeres.

De acuerdo al “Análisis comparativo de propuestas de institucionalización de programas y proyectos dirigidas a las mujeres, según cada administración, en el periodo (1992 – 2003)”[2] , las pocas actividades dirigidas a las mujeres se realizaron desde un enfoque  familista, de bienestar y nunca pensados desde una concepción de derechos, pues a las mujeres las trataban como población vulnerable, los programas entonces estaban dirigidos a capacitarlas en oficios varios y de subsistencia, tampoco hubo presupuestos adecuados y mucho menos institucionalización de un ente rector de políticas y programas.

Independientemente de lo frustrante que era para las activistas del movimiento, el hecho de que los mandatarios locales se hicieran los de la vista gorda con los temas de las mujeres, estas y las organizaciones continuaron el proceso de empoderamiento político, la incidencia en el cabildo distrital y la Asamblea departamental, logrando al menos en lo formal el establecimiento de acuerdos y ordenanzas a favor de una institucionalidad que trabajara de manera directa por los derechos de las mujeres y de manera trasversal por la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación basadas en género.

 Es claro entonces que, aun con toda la fortaleza del movimiento social, la llegada de mandataria/os, (Judith Pinedo y Juan Carlos Gossain) que han posibilitado la formulación de las políticas de mujeres con perspectiva de géneros, no se ha logrado una institucionalidad fuerte que logre desarrollar dichas políticas e impactar positivamente la vida de las mujeres de Cartagena y Bolívar.

Por ello, nosotras desde la Mesa del Movimiento, continuamos aportando ideas, conceptualizaciones y propuestas claras, sobre cómo, desde donde,  con cuanto y con quienes es posible el avance de las mujeres a nivel institucional. Justamente este documento escrito a tres manos, recoge de manera crítica y propositiva  esos elementos.


[1] Valderrama, Rubiela. Hacia una Política Pública de Mujeres con Perspectiva de Géneros. 2008. Pag. 119.
[2] Op.Cit. Pag.123.



I.              LA IMPORTANCIA DE LA INSTITUCIONALIDAD DE GÉNERO Y SUS MECANISMOS.[1]

Consuelo Arnaiz Pedroza

Es importante hacer una breve historia sobre la forma cómo se ha dado la incorporación de la institucionalidad de género en la Agenda internacional y en las agendas institucionales de los países. Eso nos permitirá comprender mejor qué ha sucedido en nuestro propio contexto local.
En general, denominamos “institucionalidad de género” a los mecanismos institucionales, por ejemplo las Oficinas de la Mujer, con estrategias diseñadas para cumplir con el objetivo de alcanzar la igualdad de género. Esto implica la definición de objetivos y metas, acciones y programas, y obviamente asignación de recursos presupuestales adecuados,  y de técnicos y profesionales cualificados. En estos procesos de legitimación, institucionalización y transversalización  de género en las políticas públicas, confluyen diversos escenarios (nacionales, locales, regionales…) actores e instituciones con estrategias de acción orientadas al fortalecimiento de las mujeres como actoras sociales y políticas.
Dos hechos son centrales en la discusión acerca de la institucionalidad de género y  las oficinas de la Mujer en la región durante los años 70, uno, la Declaración de México sobre la Igualdad de Acción de las Mujeres y el Plan de Acción Mundial (1975), y dos, todo el contexto que rodeó la aprobación de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979). Precisamente en las conclusiones de la Conferencia Mundial sobre la Mujer en México, en 1975, se plantea que “el establecimiento de una maquinaria interdisciplinaria y multisectorial dentro del gobierno, tales como Comisiones nacionales, Oficinas de la Mujer y otros cuerpos con un staff y recursos adecuados puede ser una efectiva medida transicional para la aceleración del logro de la igualdad de oportunidades para las mujeres y su total integración en la vida nacional”.
El surgimiento, a mediados de la década de los años 80 del marco interpretativo llamado Género en el Desarrollo, posibilita mayor claridad no sólo sobre las desiguales relaciones de poder entre los géneros, sino de las estructuras generadoras de desigualdad en los mismos Estados. Es el marco de este enfoque cuando se incorpora plenamente la transversalización del género (gender mainstreaming) en el sector público teniendo en cuenta la formulación de políticas públicas, implementación de programas y entrega de servicios.
La Tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Nairobi en 1985 recomienda, por ejemplo, la conformación de mecanismos en los más altos niveles de gobierno, con recursos apropiados para asesorar y dar seguimiento al impacto de políticas públicas sobre las mujeres. El avance de la mujer, es concebido en esta Tercera Conferencia como el resultado de un trabajo de colaboración entre las Oficinas de la Mujer, Los Ministerios y las Agencias del Gobierno.
Pero es la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995 la que marca un hito importante en la definición de la institucionalidad de género.
A partir de una evaluación sobre el desarrollo de las Oficinas de la Mujer hasta ese momento, se recomienda que éstas asuman mayor liderazgo en la elaboración de políticas públicas. Los mecanismos de género son concebidos en esta Conferencia como instancias de coordinación de políticas que deben liderar los procesos de transversalización de género. Estos mecanismos deberían estar situados en posiciones jerárquicas de alto nivel y contar con recursos suficientes y autoridad para acceder a los espacios de decisión dentro y fuera del Estado, para incidir en las políticas públicas.
Una mirada a la ciudad de Cartagena. El papel de las mujeres en la construcción de la institucionalidad de género a través de su participación en la formulación de la Política Pública Distrital “Cartageneras en pleno goce de nuestros derechos”.
En una sistematización llevada a cabo por diferentes organizaciones de mujeres[2] publicada en el año 2013, se cuenta que la formulación de una política pública de y para las mujeres, fue una buena noticia para las mujeres populares de Cartagena. Ocurrió en el gobierno de una mujer especialmente sensible a las problemáticas de las mujeres, Judit Pinedo Florez, a través de un proceso de permanente diálogo con las organizaciones. Era la culminación de una aspiración largamente acariciada por el Movimiento Social de Mujeres de Cartagena:
“La política pública de mujeres de Cartagena fue un proceso de construcción de las organizaciones de mujeres, teniendo en cuenta las apuestas de nuestras agendas ciudadanas. Se formuló en el año 2008 en el inicio del gobierno de la alcaldesa Judit Pinedo Flórez, ya que ella, como mujer mostró tener mucho interés y voluntad política” (Entrevista a Noris Téllez Campos).
Esto no sucedió de repente,  sino que tiene unos antecedentes.
La participación en los espacios municipales, escenarios privilegiados para el desarrollo local, había permitido a las mujeres cartageneras construirse como “actoras en el desarrollo”, generando mayor empoderamiento en la toma de decisiones y promoviendo la democracia de género, puesto que la perspectiva de género en el desarrollo local busca lograr la equidad entre hombres y mujeres, como fuerzas imprescindibles para la construcción de la sociedad civil. Esta se concibe como un todo (lo económico y lo cultural), que debe incluir explícitamente las acciones para el desarrollo de ambos sexos, teniendo en cuenta que la cultura ha colocado sobre todo a las mujeres en situación de desigualdad. En concreto, en la ciudad de Cartagena, este proceso ha estado lleno de dificultades. Veamos algunos antecedentes.  Rubiela Valderrama[3] hace un interesante recorrido por las distintas administraciones, identificando avances y retrocesos en la incorporación de planes orientados a una mayor equidad entre los géneros.  En el marco de la alcaldía de Guillermo Paniza (1995-1997) por ejemplo, se logra incorporar un presupuesto para programas dirigidos a la mujer, pero esto se hace dentro de un enfoque familista que no genera procesos de empoderamiento. Posteriormente, en la administración de Nicolás Curi (1998-2000), se formulan algunos programas de participación de las mujeres en la toma de decisiones, pero no se les asigna presupuesto real en el Plan de Desarrollo. Un periodo muy importante fue la alcaldía de Carlos Díaz (2001-2003); el movimiento de mujeres de Cartagena, liderado visiblemente en esta etapa por la Red de Empoderamiento de Mujeres, logra que la política pública para las mujeres se incorpore en el Plan de Desarrollo de acuerdo con los principios de equidad y participación de la mujer, aplicando la Ley 581 del 2000 (ley de Cuotas). Sin embargo, esta política no tuvo desarrollo teórico ni programas específicos, por lo tanto nunca llegó de hecho a implementarse.
Un acontecimiento sin duda importante en este proceso de incorporación de la perspectiva de equidad de género en el desarrollo, y de avances en una institucionalización de género,  fue la firma del “Pacto de Adhesión al Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres” en la administración de Alberto Barboza  (2004–2005) y la expedición del Acuerdo  del  Concejo Distrital de Cartagena (No 008 de Mayo 8 de 2005), que autoriza  la formulación e implementación de  una política pública para las mujeres en el distrito de Cartagena de Indias.
En el año 2008, una vez que el Movimiento “Por una sola Cartagena” liderado por la María Mulata, ha conquistado el poder local en la ciudad de Cartagena,  la alcaldesa promueve decididamente la participación de la ciudadanía en la construcción del Plan de Desarrollo distrital. Las diversas instancias organizativas de las mujeres dedican sus esfuerzos a la incorporación de una política pública de/para las mujeres, con perspectiva de género y enfoque de derechos, en el Plan de Desarrollo del Distrito de Cartagena. Para ello, definen colectivamente unas propuestas que posicionan de manera transversal en las diferentes temáticas abordadas (salud, educación, empleo, seguridad, vivienda…) y de manera particular, en la Mesa que trabaja las problemáticas de grupos poblacionales específicos, entre ellas, las de las mujeres, logrando incorporar una propuesta de formulación de política pública para las mujeres en el Plan  de Desarrollo, que contempla las siguientes situaciones insatisfactorias para las mujeres, que limitan sus derechos humanos:
a) La creciente  violencia contra las mujeres en el Distrito de Cartagena.
b) La restricción de los derechos económicos, sociales y culturales a  las mujeres.
c) Las problemáticas asociadas a los Derechos Sexuales y Reproductivos y
d) La insuficiente  participación y representación política de las mujeres.
En esta dinámica de formulación de la política pública de mujeres en Cartagena  hay un proceso estructurado en el que confluyen diferentes instancias y movimientos. Así es narrado por algunas funcionarias de la administración local:
“Una vez organizadas las mesas de trabajo del Plan de Desarrollo hay incidencia de las mujeres y se involucra el asunto de la formulación de la política pública dentro del mismo; así comienza metodológicamente a estructurarse el proceso para la formulación de la política, en el cual participa la administración distrital con el Movimiento de Mujeres y la asesoría y acompañamiento técnico de la cooperación internacional. Yo creo que la presencia de las mujeres organizadas es una participación positiva; definitivamente la política pública si no tiene la participación y el empoderamiento por parte de la sociedad civil puede terminar en letra muerta. Se destaca fundamentalmente la participación del Movimiento de mujeres en las Mesas previas, incluso a la hora de instalar la línea-base o diagnóstico que se realizó como soporte a la política pública. E incluso en su fase de ejecución a través del seguimiento de manera permanente a los avances de la administración”. (Entrevista a Nubia Chams. Funcionaria pública, secretaria de Participación ciudadana en la etapa de formulación de la Política Pública).
Un importante logro del Movimiento de Mujeres de Cartagena en este proceso fue, sin duda,  captar la sensibilidad y voluntad política de la alcaldesa Judit Pinedo Flórez a favor de la defensa de los derechos de las mujeres, y establecer con su administración el Pacto “La ciudad que soñamos y queremos las mujeres”, para la construcción de política pública para las mujeres (8 de marzo del 2008), teniendo en cuenta las cuatro problemáticas señaladas.
Es así como el día 9  de marzo del 2009 se promulga en la Plaza de la Aduana, con presencia masiva de las organizaciones de mujeres de Cartagena,  la Política Pública de Mujeres para la Equidad de Género “Cartageneras en pleno goce de nuestros derechos”.
Esta política pública afirma claramente un enfoque de derechos: “la política pública de mujeres para la equidad de género se fundamenta en la voluntad política de la administración para dar cumplimiento a una serie de compromisos en materia de derechos humanos de las mujeres, que se caracterizan en el desarrollo de políticas públicas que reconocen a las mujeres como sujetas de derechos…” (Taller de reconstrucción de la experiencia).    Se sustenta en la normatividad internacional y nacional favorable  a los Derechos de las Mujeres y está orientada a la construcción de mayor autonomía tanto física como política, económica y sociocultural.
En la  formulación de la política pública “Cartageneras en pleno goce de nuestros derechos” hay un claro enfoque mixto, en el que confluyen factores y actores diversos en la toma de una decisión política: la administración distrital, el movimiento social de mujeres y la cooperación internacional -a través de la asesoría técnica- logran a través de un proceso de interacción sacar adelante una política favorable a los derechos de las mujeres.
Es muy importante señalar que en el contexto que da origen a la política pública,  hay un auge significativo de  la participación política de las mujeres organizadas en la ciudad, fruto de la decisión de articulación de las mujeres en la mesa del Movimiento social de Mujeres de Cartagena y Bolívar en el año 2006. Existe la percepción de que “las organizaciones de mujeres dan un giro, se incrementa la formación y capacitación política para que atendiendo al contexto y fortaleciendo el empoderamiento las mujeres puedan exigir sus derechos; se incrementan los procesos de construcción y difusión  de las agendas de mujeres a través de Cabildos y Foros,  y se genera una dinámica de articulación muy poderosa” (Taller de reconstrucción de la experiencia”).
En el año 2014 es promulgada en el departamento de Bolívar la Política pública “Equidad de género y Autonomía de la Mujer Bolivarense”, la cual es  adoptada por la Ordenanza 29 del 2012, en la cual se dictan las disposiciones de formulación e institucionalización de la PP.

Esta política se propone desarrollar una estrategia de trasversalización/incorporación de la perspectiva de enfoque diferencial y de género, -que contemple la edad, sexo, etnia, orientación sexual, territorio urbano y rural, condición socioeconómica, situación de desplazamiento y condición de discapacidad funcional-, en el conjunto de las políticas, planes, programas, proyectos y presupuestos de la administración departamental para garantizar la igualdad de las mujeres, la no discriminación y la eliminación de la violencia en su contra, de manera que esto sea un reto de Desarrollo para el conjunto de la sociedad bolivarense y un objetivo de la administración pública.
A estas alturas, el Movimiento de Mujeres de Cartagena, considera importante hacer un análisis acerca de la brecha existente entre los planteamientos de la Plataforma de Acción Mundial (PAM) aprobada por la cuarta Conferencia en 1995 y el Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe (1995-2001) y el funcionamiento del Estado colombiano, especialmente en sus niveles locales. ¿Cómo está, de hecho, siendo incorporada la institucionalidad de género? ¿Cómo operan los mecanismos de género en nuestra región, en qué escenarios actúan, con qué presupuestos cuentan, con qué asesoría técnica y con qué profesionales formados en el campo del género? ¿Cómo están siendo aplicadas y desarrolladas las leyes que protegen a las mujeres de la violencia (ley 1257/2008 y sus decretos reglamentarios; ley 1719 de 2014, sobre atención a mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado…)? ¿De qué manera se aplican las medidas que favorecen la participación equitativa de las mujeres en espacios de decisión?   ¿Qué sucede con la implementación efectiva de las políticas públicas de mujer y género en el distrito y el departamento? ¿Cómo está siendo trasnversalizada la política pública nacional de Mujeres…?
El malestar experimentado por las mujeres ante el desanclaje entre las medidas proclamadas y la efectiva implementación de las mismas, es creciente. Urge tomar posiciones que sacudan la inercia y movilicen en torno a una institucionalidad de género que fortalezca el empoderamiento de las mujeres en la ciudad y el departamento.

 
Referencias

Mujeres Populares, saberes y poderes. Experiencias y aprendizajes de organizaciones de mujeres populares participantes en procesos de formulación e implementación de políticas públicas de mujeres y género, en Medellin, Bogota y Cartagena (2004-2011)

Valderrama Rubiela: Hacia una política pública de mujeres con perspectiva de género en el Distrito de Cartagena de Indias (1991-2003). Tesis de maestría. Universidad nacional de Colombia. Universidad de Cartagena 2008.

www.cidesd.org. – Documento Cidesd 06/2015.
 


[1] Este documento ha sido resumido para efectos de presentación y publicación por parte de la Mesa del Movimiento Social de Mujeres, el día 24 de Noviembre de 2015. El documento completo ha sido publicado por el Centro Interdisciplinario de Derechos Sociales y Desarrollo. www.cidesd.org. – Documento Cidesd 06/2015.
[2] Mujeres Populares, saberes y poderes. Experiencias y aprendizajes de organizaciones de mujeres populares participantes en procesos de formulación e implementación de políticas públicas de mujeres y género, en Medellin, Bogota y Cartagena (2004-2011)
[3] Valderrama Rubiela: Hacia una política pública de mujeres con perspectiva de género en el Distrito de Cartagena de Indias (1991-2003). Tesis de maestría. Universidad nacional de Colombia. Universidad de Cartagena 2008.


 




II. REFLEXIONES, PROPUESTAS Y SUGERENCIAS DE LA MESA DEL MOVIMIENTO SOCIAL DE MUJERES PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LOS MECANISMOS DE GÉNERO EN LA CIUDAD DE CARTAGENA Y EL DEPARTAMENTO DE BOLÍVAR


Rubiela Valderrama Hoyos

Como hemos dicho ya en varias oportunidades, las policías públicas en general y las de mujeres y géneros en particular, requieren necesariamente de instancias rectoras de alto nivel que sean capaces no solo de desarrollarlas, sino además de transversalizarlas.  No se trata de un capricho de las feministas o las organizaciones de mujeres, pues desde los años 70s, tal como lo manifestó Consuelo en la primera parte de este documento, las declaraciones y conferencias internacionales están sugiriéndoles a las Estados y gobiernos del mundo la necesidad e importancia para las democracias la creación de estas instancias y la formulación de políticas y/o planes de igualdad.
En Cartagena, en 1994 se aprueba el primer acuerdo distrital[1] que  crea un mecanismo de género o instancia rectora, este se denominó Oficina de la Mujer, y se logra por incidencia de varias activistas de organizaciones de mujeres que por la época ya tenían la preocupación  de la necesaria institucionalidad de género para poder avanzar en términos de equidad e igualdad.
El Acuerdo en mención tenía como objetivo entre otros, “diseñar y desarrollar una política para las mujeres e incidir por la vía de la concertación su incorporación adecuada en las instancias de la gestión local”[2]
Esta oficina no tuvo la más mínima trascendencia, el acuerdo no se cumplió y los temas de las mujeres en esta década fueron manejados como asuntos de “Primeras Damas”.
De esa manera trascurre la década entera, algunas administraciones  realizan uno que otro programa hacia las mujeres, con enfoques de vulnerabilidad, familistas, etc, lo cierto es que no hay un interés real ni en los gobiernos, ni en el cabildo distrital.
Las mujeres continúan fortaleciendo sus procesos organizativos, y la estrategia de incidencia política se hace más clara, por ello no ha habido, en la ultima década, proceso electoral y gobierno en el que el movimiento de mujeres no haya incidido directamente tanto en candidatos/as como en gobernantes para que estos coloquen en sus programas de gobierno y planes de desarrollo las necesidades practicas y estratégicas de las mujeres de la ciudad y el departamento.
A partir de esta incidencia se logró la formulación de las políticas públicas distrital en 2008 y departamental de mujeres con perspectiva de géneros, en 2014. Pero ambas han adolecido justamente de una institucionalidad sería que sea capaz, como dijimos anteriormente, de ejecutarlas y con su desarrollo impactar positivamente la vida de las mujeres cartageneras y bolivarenses.
Debilidades de la institucionalidad de género a nivel departamental y distrital:
En departamento de Bolívar desde el año 2006 se cuenta con una  ordenanza que obliga a los gobernadores a implementar políticas e instancias de mujeres y género, sin embargo esta es ignorada por todos los mandatarios de turno, hasta el periodo actual en el que el Gobernador Juan  Carlos Gossaín Rognini, prometió crear la Alta Consejería para la Mujer.
Todas creíamos, hasta última hora, que en efecto  existía en la estructura orgánica del departamento[3] una instancia denominada Alta Consejería para la Mujer, pues siempre hubo una Alta Consejera, al menos fungía como tal, y de hecho esta dependencia contrato la formulación de una política púbica para las mujeres de Bolívar, que luego conocimos las organizaciones y que como ya mencionaba Consuelo se denomina “Equidad de género y Autonomía de la Mujer Bolivarense”, la cual es  adoptada por la Ordenanza 29 del 2012,
En este orden de ideas, tenemos que:
·               No existe una instancia, mecanismo de género, ni consejería alguna en la Gobernación de Bolívar que pueda impulsar el desarrollo de la política pública para Equidad de Género.
·               La Política fue construida sin contar con las “dolientes” principales, las mujeres organizadas del departamento, y su participación se limito a dos momentos, validación y socialización.
·               La forma como está concebida la política departamental a nivel de su financiación no garantiza su desarrollo, (recursos por secretaria), pues esta forma implica la existencia de una fuerte transversalización y apropiación en cada dependencia y es claro que este trabajo no se ha realizado.
·               El mecanismo de articulación con sociedad civil – las mujeres, nació fallecido, y nosotras lo advertimos con suficiente tiempo, el famoso “el Consejo Comunitario de Mujeres”  no nos gusta por varias razones; - como figura ideológica esta desgastado y con mala imagen (imagen impositiva), - y no es una forma operativa, ágil para consultar a las organizaciones. Y política y mecanismo de mujeres que no cuente con las mujeres está definitivamente llamado al fracaso, tal como sentimos que está ocurriendo.

En la alcaldía de Cartagena, ocurre algo parecido en términos de debilidad institucional.  Las mujeres lograron en el periodo del alcalde Carlos Díaz,  que los programas para las mujeres salieran del grupo de población vulnerable y se instalaran de manera propositiva en una instancia independiente, de esta manera el la reforma administrativa de la época se crea la Oficina de la mujer, adscrita tal como permanece hoy a la Secretaria de  Participación y Desarrollo Social. Pero desde esta dependencia es imposible la ejecución de la política pública de mujeres con la que contamos hoy en el distrito, pues este mecanismo de género no cuenta con los requisitos mínimos;

- Asiento en el Consejo de Gobierno,  - Recursos suficientes y manejados con autonomía, y un staff de profesionales formadas y con experiencias en temas de mujeres y géneros. Es decir que a pesar de contar el distrito con una política construida con mucha fortaleza entre el movimiento de mujeres y la administración de la Alcaldesa Judith Pinedo Flórez, no ha habido desde entonces  voluntad política para crear una instancia rectora, como la Secretaria de las Mujeres y géneros,  para que esta pudiera desarrollarse. Lo que ha ocurrido en el distrito lamentablemente es el gasto inapropiado de recursos[4] que no impactan, ni transforman elementos algunos de la marcada cultura patriarcal que cada vez cobra más vidas de mujeres y amplia las brechas de participación socio política y económica en la ciudad.

Estas son entonces, a nuestro juicio las debilidades más marcadas de la institucionalidad de género en la Alcaldía de Cartagena y la Gobernación de Bolívar.



Nuestras sugerencias a las nuevas administraciones, tanto distrital como departamental.

·               Creación de las Secretarias de las Mujeres y géneros a nivel departamental y distrital. (reformas administrativas)

·               Asiento en los Consejos de Gobierno, donde se trazan las directrices a toda la administración.

·               Disposición de recursos suficientes para la ejecución de las políticas públicas.

·               Actualización de ambas política púbicas, ampliar sus horizontes de tiempo, los mecanismos de articulación con la sociedad civil deben restaurarse y los indicadores de evaluación formularse.

·               Nombramiento de los staff de profesionales calificadas en temas de los derechos de las mujeres y políticas de género.

·               Armonización con la Política Nacional de Mujeres. Exigirle recursos para las regiones y la implementación en el territorio las acciones nacionales de manera articulada con las políticas locales.

·               Y por supuesto mucha voluntad política e interés de los mandatarios para que esto sea una realidad.


















Referencias
Acuerdo número 38 de noviembre 29 de 1994, para la creación de la oficina de la mujer.  Logrado por iniciativa de varias activistas  (Helena González,  Zaida  Salas, Marlene Sáenz y Rubiela Valderrama), quienes  incidieron en varios Concejales de la época.

Concejo Distrital de Cartagena de Índias. Acuerdo # 38 de noviembre 29 de 1994. Pp.1.

Decreto No. 788 del 31 de diciembre de 2012, “Por el cual se reorganiza y moderniza la Estructura Administrativa y/u orgánica de la gobernación de Bolívar…”

Gil, Gloria Helena. Impactos del Presupuesto de la Oficina de asuntos de género en el Distrito de Cartagena. Documento inédito. Cartagena 2015.


[1] Acuerdo número 38 de noviembre 29 de 1994, para la creación de la oficina de la mujer.  Logrado por iniciativa de varias activistas  (Helena González,  Zaida  Salas, Marlene Sáenz y Rubiela Valderrama), quienes  incidieron en varios Concejales de la época.
[2] Concejo Distrital de Cartagena de Índias. Acuerdo # 38 de noviembre 29 de 1994. Pp.1.
[3] Decreto No. 788 del 31 de diciembre de 2012, “Por el cual se reorganiza y moderniza la Estructura Administrativa y/u orgánica de la gobernación de Bolívar …”

[4]Gil, Gloria Helena. Impactos del Presupuesto de la Oficina de asuntos de género en el Distrito de Cartagena. Documento inédito. Cartagena 2015.



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